Los expositores de nuestras farmacias en sus múltiples formas y tamaños nos permiten crear diferentes tipos de acciones de cara al cliente.

Los expositores de farmacia nos ofrecen un sinfín de posibilidades para captar la atención de nuestros clientes una vez estén dentro de nuestra farmacia. Gracias a ellos podemos crear elementos originales, estéticos y con un diseño cuidado. Son tan diversos sus usos, que sirven tanto para campañas con un gran presupuesto, así como para pequeñas acciones. A continuación, descubriremos distintos tipos de expositores que podemos encontrar en los puntos de venta de la oficina de farmacia.

Consejos para ordenar los productos en el expositor

A continuación, daremos unos consejos sobre cómo colocar los productos en el expositor. En esta ocasión cogeremos de ejemplo los protectores de Anthelios de La Roche-Posay y un expositor de suelo compuesto por cuatro estanterías.

  1. En la primera balda colocaremos la gama facial, indicada para todo tipo de pieles. El hecho de que coloquemos estos productos en la primera estantería se debe a que es la que está más a la vista, por lo que es preciso colocar un producto que sirva para cualquier cliente.
  2. En las siguientes estanterías colocaremos productos indicados para un público específico. En la segunda, por ejemplo, podríamos colocar productos para personas con piel grasa; en el tercero, productos corporales; y por último, en el cuarto, productos dermopediátricos indicados para niños.
  3. Sería ideal que en el extremo derecho de cada balda se colocara un producto de muestra acompañado de un pequeño cartel que hable de manera sintetizada del producto y cómo éste ha sido testado.
  4. Por último, para que no queden huecos vacíos en las estanterías podemos duplicar los productos o poner el mismo producto en diferentes formatos para evitar ese vacío y dar un aspecto más completo.