¿Te suena esto de algo? Estás haciendo cualquier cosa, en casa o en la calle, y de repente notas ese picor en la cabeza que llega a hacerse tan insoportable que no puedes evitar comenzar a rascarte, pero… […]

Cómo decir adiós a la dermatitis seborreica

¿Te suena esto de algo? Estás haciendo cualquier cosa, en casa o en la calle, y de repente notas ese picor en la cabeza que llega a hacerse tan insoportable que no puedes evitar comenzar a rascarte, pero… ¡ERROR! Te has rascado y de repente aparecen esas horribles escamas que acaban cayendo sobre tus hombros y quedando a la vista de todo el mundo.

La dermatitis seborreica puede ser una de las enfermedades de la piel más frustrantes que puedes pasar, sobre todo a nivel estético. Y es que no lo vamos a negar, las rojeces y las escamas de piel no son el mejor accesorio que puedas llevar. Pero, ¿por qué se produce? Este tipo de dermatitis aparece en las zonas con mayor concentración de glándulas sebáceas, que aparte de en el cuero cabelludo se encuentran también en los laterales de la nariz, detrás de las orejas, en los párpados o en el pecho.

Pero dado que la del cuero cabelludo es la más común, ¿por qué no hablar un poco más sobre ella y formas de sobrellevarla?

Adiós dermatitis seborreica

Con esta afección cutánea ocurre como con la mayoría, si no sabes a ciencia cierta que se trata de ella lo mejor que puedes hacer es visitar a tu dermatólogo para que te haga un buen diagnóstico. Sin embargo, si ya tienes claro que sufres dermatitis seborreica en tu cuero cabelludo es el momento de atacar para deshacerte de ella de una vez por todas. Eso sí, el tratamiento variará dependiendo de si tu dermatitis es leve o algo más grave.

Si tu caso es de los leves es posible que sea suficiente con lavar tu pelo y tu cuero cabelludo de forma habitual, más o menos cada dos o tres días, utilizando un champú que en su fórmula contenga ingredientes como el sulfuro de selenio, la piritiona de zinc, la piroctona olamina, el bifonazol, el ketoconazol, el sertaconazol o el flutrimazol entre otros componentes. El truco está en dejar actuar el champú después de masajearlo bien por todo tu cuero cabelludo durante al menos 5 o 10 minutos para que haga efecto sobre tu piel.

¿Pero qué es lo que hacen estos elementos por tu cuero cabelludo? Ayudan a reequilibrar el microbioma de tu piel, te permiten recuperar el equilibrio y hacen que los brotes que sufras sean cada vez menos frecuentes. La gama Dercos de Vichy está desarrollada específicamente para combatir este tipo de problemas del cuero cabelludo, teniendo en cuenta incluso los casos en los que se trata de pieles sensibles. La gama de champús Kerium de La Roche Posay también se encuentra entre las más efectivas para tratar y prevenir la descamación provocada por la dermatitis seborreica.

¿Qué ocurre en casos que sean de carácter moderado o incluso en los graves? Para esos casos no cabe duda que acudir a tu dermatólogo es esencial. Solo tu especialista podrá prescribirte los corticoides que son el tratamiento habitual para este tipo de afecciones cutáneas. También puede prescribirte otros tratamientos complementarios como lociones y champús que te ayuden a despegar las escamas de tu cuero cabelludo, como si se tratara de un peeling, y que en la mayoría de los casos cuentan con urea o ácido acetilsalicílico entre sus componentes.

Además, lo mejor es que todos estos tratamientos prescritos por tu médico pueden complementarse con los champús indicados para los casos leves, así podrás reforzar su actuación en tu piel y notar una mayor mejoría.

Diles adiós a ellos también

Esto no sería una buena guía para decir adiós a la dermatitis seborreica si no te dijéramos qué deberías eliminar completamente de tu rutina capilar para evitar nuevos brotes de dermatitis seborreica. El alcohol es el principal enemigo de tu cuero cabelludo ya que puede hacer que tu piel se reseque en exceso en la zona afectada por la dermatitis y hacer que las molestias sean aún mayores.

Y si tienes alguna duda más recuerda, siempre es recomendable consultar con un especialista o, en su defecto, con tu farmacéutico de confianza para que pueda darte una recomendación profesional.