Con la llegada de temperaturas más bajas y cambios climatológicos en nuestro entorno, la piel es una de las primeras que se resiente.

¿Sabes cómo cuidar tu piel cuando el tiempo no ayuda?

Nuestro cerebro no es el único capaz de alertarse cuando algo del exterior le va a afectar en el interior. La piel es una de las alarmas que nuestro cuerpo activa cuando se avecinan cambios.

Es evidente que cuando nos estresamos la piel lo reconoce y cambia, cuando tenemos falta de vitaminas el cuerpo lo nota y responde a través de la piel, pues bien, cuando el tiempo, las temperaturas y el clima cambian, nuestra piel también sufre cambios. Todos estos cambios unidos a factores externos como la calefacción, el viento o la falta de humedad, entre otros, pueden resultar ser muy nocivos para la piel en épocas más frías.

Algunos de los síntomas más destacables que podemos notar en la piel en épocas más frías, por lo normal, son los siguientes:

  • Sequedad. Se produce cuando la piel ha perdido agua y aceite. Puede aparecer en pieles de todas las edades. Puede ser controlada parcialmente.
  • Descamación. Se produce cuando las capas altas de la epidermis se mudan en pequeños pellejos. Es un proceso natural de la epidermis. Produce picazón.

La Responsable Científica de Vichy y la Directora Científica de La Roche Posay han comentado cómo combatir los efectos producidos en nuestra piel a causa de cambios climatológicos, en este caso, para épocas más frías del año. Aquí tienes cinco consejos y recomendaciones, fáciles y rápidas, a seguir si quieres tener una piel perfectamente hidratada en otoño, e incluso, en invierno:

  1. Debes evitar darte duchas o baños con agua muy caliente. La alta temperatura del agua hará que tu piel se irrite y se deshidrate más fácilmente.
  2. Debes mantener tu piel hidratada. En esta época es primordial mantener una rutina de hidratación diaria. Te ayudará a reparar los daños causados y también te servirá para proteger y aportar los nutrientes necesarios a la piel.
  3. Es importante que elijas productos desarrolladas con formulas de activos que sean nutritivos, hidratantes, calmantes y suavizantes. El objetivo es evitar que la piel se irrite y reforzar la barrera protectora de la piel para prevenir daños futuros.
  4. Evita utilizar tejidos sintéticos que sean muy ajustados. La piel ya sufre bastante con la nocividad del entorno, si, además, le añades daños extras, será muy difícil recuperarla y protegerla. En este tipo de época es mejor decantarse por tejidos de fibras naturales y que permitan que la piel transpire correctamente.
  5. Este último consejo se puede aplicar a cualquier época del año prácticamente. Debes evitar llevar un estilo de vida acelerado, lleno de estrés y fatiga. Los factores internos de nuestro organismo afectan a nuestra piel de la misma manera que los externos. En épocas frías nuestras defensas suelen disminuir por lo que sino cuidamos de nuestro interior no podemos conseguir que el exterior esté bien.

En definitiva, la hidratación de nuestra piel en épocas más frías debería convertirse en uno de los diez mandamientos. Es importante no olvidar que una buena hidratación interna solo necesita de una buena y constante hidratación externa para poder trabajar de la mano. Algunas de las mejores aliadas de nuestra piel son las cremas hidratantes y las aguas termales.